Che, un asesino disfrazado

Estimado Sr. Director:

Son muchas las versiones que existen sobre la vida de Ernesto “Che” Guevara.

Por ejemplo, en Cuba lo han mostrado siempre como el modelo a seguir por las nuevas generaciones, el guerrillero heroico, el defensor de los pobres, etc. Pero como todas las monedas tienes dos caras; la verdadera la han tratado de mantener oculta durante todos estos años.

Los estudiantes en la isla son adoctrinados desde muy temprana edad y forzados a ponerse la mano en la frente para gritar al unísono: “Pioneros por el comunismo, seremos como el Che”.

Sin embargo, la inmensa mayoría de estos inocentes alumnos no saben realmente quién fue en vida este criminal.

A principios de la revolución castrista cuatro mil rebeldes se alzaron en las montañas del Escambray por estar en desacuerdo con las ideas comunistas de Fidel. Tres mil de ellos fueron vilmente fusilados por órdenes del militar argentino. El resto terminó en prisión o tuvo que abandonar su tierra natal.

Hoy en día muchas personas en el mundo usan pulóveres con una foto del Che en el pecho, pero muy pocos saben las atrocidades que cometió este individuo sin escrúpulos.

El ex campeón mundial de boxeo Mike Tyson lleva tatuado en su tórax la imagen de Ernesto Guevara, aunque seguramente ni sabe quién era este señor.

Unos lo hacen por estar en la moda, otros por imitación, lo cierto es que la desinformación es tal que los ha llevado a ser admiradores de un hombre que era todo lo contrario a cómo ellos se lo han imaginado siempre. Es una verdadera pena que estén tan confundidos y manipulados por mentes maliciosas.

Según un viejo dicho: “Una mentira repetida muchas veces llega el momento que se convierte en una verdad”. El Che no fue otra cosa que un asesino disfrazado de guerrillero. Por mucho que han querido tapiñar sus crímenes, la verdad siempre sale a la luz.

Las fotos, videos y testimonios de los familiares de sus víctimas que recorren las redes cibernéticas son pruebas fehacientes de los horrendos actos de crueldad que cometió este trotamundos.

No hay peor ciego que el que no quiere ver, y el que todavía se deje engañar es porque quiere. Las pruebas están ahí. Los únicos que están justificados a tener información errónea son los cubanos de la isla. Ellos han sido mal informados por los hermanos Castro por más de medio siglo.

Juan Carlos León

Miami, FL

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